sábado, 12 de septiembre de 2009

SI ESCUCHARAS...

Si escucharas mis palabras,
Comprenderías la verdad.
Si escucharás mis palabras,
Cambiarías de rumbo,
Y encaminarías tus pasos hacia mí.
Si no amaras tanto al mundo,
Verías que en mi hay mejores cosas.
¡Si amas tanto la vida!
¿Porque no comprendes que yo quiero que vivas para siempre?
Yo hablo cosas buenas a tu corazón,
Pero tú solo escuchas con tus oídos,
Los gritos y las murmuraciones del mundo.
Muchas veces te escucho decir que solo deseas una cosa... ¡Ser feliz!
Y yo te ofrezco gratuitamente la felicidad,
Pero tú prefieres ir al mundo a comprarla,
a un precio muy alto,
y al final sólo consigues que te engañen.
Tú no crees en mi Padre,
pero si en el diablo, y ¡le temes!
¡Yo siempre creo en ti y espero!
y cuando no espero, estoy llamando a tu puerta.
Que fácil sería para mí, hacer que fueras bueno,
Quitar de ti todo lo malo y que hagas a todos el bien.
Pero eso sería controlar tu mente,
Matar tu corazón y hacerte esclavo.
Yo te hice libre, y quiero que escojas en libertad,
Y sufro mucho cuando tú mismo te encadenas al pecado
Y ¿Por qué deseo todo esto para ti?
Porque quiero que te arrepientas y regreses al lado de mi Padre
Porque allí hay alguien que te ama
Y muchos que también te aman
Y seguramente te preguntarás:
¿Quiénes son los que me aman?
Y ¿Por qué me aman?
Pregúntale eso a uno de los míos que vaya a tu casa en mi nombre y te diga:
“hermano, Dios te ama”

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